-¡Al fin!-exclamo Bella en cuanto entramos a la casa.
Jacob y yo acabábamos de llagar con mi familia.
Bella estuvo junto a mí en un segundo, me separo de Jake y me
abrazo.
Su expresión era de alguien que sufre, verla así hizo que me dio tristeza.
Le devolví el abraso, ella era, después de Jake, la persona que mas amaba.
La persona que me había dado la vida, pero no solo la mía, también la de ella.
Ella me había regalado los últimos latidos de su corazón.
Empecé a sentir un nudo en la garganta, siempre me pasaba cuando
pensaba en esos tiempos.
Te amo,mama,le dije con la mente.
-Y yo a ti, pequeña pateadora-susurro ella.
Suspiramos al mismo tiempo y luego nos reímos juntas.
-¿Quien encendió la música?-dijo mi padre.
Luego nos rodeo a las dos con los brazos.
Edward siempre decía que nuestras risas juntas formaba la melodía más
hermosa.
Mama y yo nos burlábamos de él diciendo que era un “músico obsesivo”,
pero ambas pensábamos que tenía razón.
-Oigan-dijo Jake-No me dejen fuera.
Nos abrazo a todos con sus grandes brazos y Edward lo miro con
una ceja levantada.
-¿Qué?-la voz de Jake simulaba ser inocente.
-Es algo privado-gruño papá-Algo de mi familia.
-¡Papá!-exclame.
Jacob se hizo el que lloraba y se toco el corazón diciendo “Me lo rompiste
Edward”.
Mamá y yo reímos.
Luego Jake palmeo el brazo de papá, con una gran sonrisa.
-Yo soy de tu familia, suegro.
Edward apretó los dientes, seguro que le estaba leyendo la mente a
Jake.
Luego bufó.
-¿Desde cuándo?-pregunto con maldad.
Jacob me rodeo la cintura con las brazos y me atrajo hacia él.
Recosté la cabeza en su pecho.
-Desde que tu hija es mi novia.
Edward se mordió el labio y los ojos le ardieron de ira.
-Edward-dijo mama abrasándolo.
En cuanto el poso sus ojos en ella se calmo, esbozó una sonrisa y
la rodeo como Jake me tenía a mí.
Se inclino y le dio un golpe amistoso a mi novio en el brazo.
Mi novio y mi padre se sonrieron.
Mama y yo suspiramos.
¡Hombres!
Jacob y yo nos sentamos en el sofá y mis padre se quedaron junto a la puerta,
abrazados.
Estuvimos mirando la tele un rato.
-Tengo que irme-anuncio Jacob.
-¿Qué?-pregunte incorporándome.
El acaricio mi rostro.
-Tengo que avisarle al resto de la manada-lo mire confundida-Lo
de los italianos.
En ese momento caí a la realidad.
Me había olvidado de los Vulturis por completo.
-De acuerdo-dije de mala gana.
Nos paramos y fuimos hasta la puerta.
Mis padres se habían ido de caza.
Nuestras miradas se encontraron.
Las dos tenían tristeza, no queríamos separarnos.
-Adiós, Ness.
-Adiós.
Me miro.
-Vamos-susurro y me abrazo-No pongas esa cara de dolor.
Hundí la cabeza en su pecho.
Contuve el llanto, en ese momento lo necesitaba mas que nunca.
-Vuelve pronto.
Sonrió, pero sus ojos seguían reflejando dolor.
-Tan pronto que no vas a tener tiempo de extrañarme.
Se inclino y poso sus labios sobre los míos.
-Hey-dijo Emmett a nuestras espaldas-No tenemos por qué ver eso.
Jake esbozo una sonrisa, me acaricio y luego se metió entre los árboles.
Vi al lobo correr.
Suspire, ya lo extrañaba.
Mis padres volvieron un rato después.
-¿Y Jake?
-Se fue, mama.
Ella me sonrió y acaricio la mejilla.
Mi padre me miro fijo.
No sabía si mi madre estaba usando su escudo en mí y me pregunte
Si a mi padre le molestaría en las cosas que pensaba, bueno, en la cosa que
Pensaba: Jacob.
Edward se acerco y me tomo la mano.
-Tengo que hablar contigo, en privado, Nessie.
Lo mire confundida ¿No podía ser delante de mi madre?
-No, solo tú y yo-respondió el.
Corrimos muy lejos de la casa, donde ningún miembro de mi familia
nos pudiera oír.
-¿Que sucede, papá?
El se inclino hacia delante y hacia atrás.
Se notaba que estaba incomodo, eso era inusual por lo que me puse alerta.
-Veras-comenzó el-Hoy cuando estabas de caza con Jake...
Lo mire a los ojos.
-No es que yo te este espiando-se apresuro él a añadir-Pero, bueno, no estaban
tan lejos y Jake piensa muy alto...
Ahora si estaba sorprendida ¿Que había escuchado?
-Bueno el caso es que te leí la mente-continuo el hablando más rápido.
Oh oh. Un padre que te lea la mente no es nada bueno; menos cuando
Estas con tu novio...
El ignoro lo que pensé y continúo.
-Hija, se que ya eres más grande-fije la vista en el suelo ¿qué me diría?-Se que
empiezas a tomar tus propias decisiones y todo eso...Pero creo que no deberías
cambiar tu vida.
Levente la vista del suelo y lo mire ¿Qué?
-Mira lo diré sin rodeos-dijo Edward-Creo que no debes pensar en
la sangre humana. Ser una Cullen implica el auto control.
Suspire aliviada ¿Era eso?¿Quería hablar de mi alimentación? Casi sonrió del
alivio que sentí.
De todas las cosas del mundo eso era lo último que hubiera imaginado ¡Sangre!
¿Era ese el tema tan importante y privado? Uf, el si que era raro.
Edward arqueo una ceja y se cruzo de brazos.
-¿Quieres hablar de otra cosa?-pregunto frunciendo los labios.
-No-dije y sonreí.
-Bueno...-dijo el-Ahora que lo pienso hay unas cuantas cosas que
pasan por la cabeza de tu novio que me molestan...Y creo que deberíamos
hablar tú y yo al respecto.
-¿Qué?
-Bueno no eres una niña y Jacob se dio cuenta, yo creo que tenemos que
discutir unas cuantas cosas que...
-¡Oh no!-grite.-No me hagas esto.
Retrocedí unos metros de un solo paso.
-Renesmee, esto es serio.
-Por favor, si me amas me dejaras marchar.
Que mal, esta era la última charla que quería tener con el ¿Por que no podíamos
volver al tema de la matanza humana? Tal vez si mataba algunos humanos el
cambiaría de tema ¿no? Tendría que regañarme.
Edward rió al escuchar esto y me abrazo.
-Te amo.
-Y yo a ti, papá.
me encanntttttttttaaaaaa!!! publikkaaa prontoo si???? bno xau bess
ResponderEliminargracias por comentar..me alegro de que te guste :)
ResponderEliminartnt